Abogado ilustre José Bernardo Lira Argomedo
Nació en la Hacienda Los Lingues, heredad de sus mayores cercana a San Fernando, el 3 de junio de 1835, dentro de una familia de juristas. Fue nieto de don José Gregorio Argomedo Montero, abogado procurador de Santiago en 1810, que como tal se desempeñó como secretario de la Primera Junta de Gobierno el 18 de Septiembre de ese año.
Luego de aprender las primeras letras en el hogar familiar, en 1847 ingresó como alumno al Instituto Nacional, egresando como Bachiller en Humanidades en 1854. Ese mismo año se inició como novel profesor de Historia, Latín y Gra mática en el mismo establecimiento, labor que cumplió en forma paralela a sus estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
El 30 de abril de 1859, a los 24 años de edad, presentó su memoria de prueba, aprobada con distinción máxima y que ya anticipaba sus tareas futuras, titulada “La Codificación de nuestras leyes; trabajos del Código Civil”, la cual por su interés mereció el honor de ser publicada en los Anales de la Univer sidad de Chile. En ella, tras hacer algunas reflexiones acerca de la conveniencia de la codificación de las normas legales contenidas en el ordenamiento del antiguo orden, realizó una prolija historia de los distintos estudios y trabajos que sirvieron posteriormente de antecedentes para la pro mulgación de nuestro Código Civil.
En mayo de 1850 recibió de la Corte Suprema, tras el examen de rigor, el título de abogado. Dedicó el resto de su vida al estudio y enseñanza del derecho y al ejercicio de la profesión. En marzo de 1865, mediante concurso, fue designado pro fesor de Práctica Forense y luego, por sus profundos conocimien tos sobre la materia, profesor de la cátedra de Código de Mi nería.
Prolífico autor
Junto con su activa labor académica y profesional, como estudioso del derecho publicó importantes obras jurídicas, entre ellas, quizá la más famosa: el “Prontuario de los Juicios o Tratado de Procedimientos Judiciales y Administrativos con Arreglo a la Legislación Chilena” (1867-68), acabada compilación que en su época fuera de gran utilidad para el ejercicio de la abogacía.
Dentro del ámbito del Derecho de Minería participó en la redacción del primer código del ramo; además fue autor de la obra “Exposición de las Leyes de Minas de Chile” (1865), trabajo notable que contiene el texto completo de las “Ordenanzas de la Nueva España”, con notas explicativas y jurisprudencia. En 1870 escribió su “Exposición de las Leyes de Minería de Chile”, en la que incorporó incluso vocablos de uso frecuente en la actividad minera, así como también nociones científicas de mineralogía y metalurgia.
Otra de sus obras fue “Legislación Chilena no Codificada, o sea, Colección de Leyes y Decretos Vigentes y de Interés Ge neral”, compuesta de cuatro volúmenes, publicados entre los años 1879 y 1884, que contienen una recopilación ordenada y metódica de la legislación vigente correspondiente a las diversas carteras ministeriales, tanto política, administrativa y civil no codificada a la fecha.
Esta obra exhibe el acabado conocimiento de la legislación positiva vigente por parte del autor, a la vez que su disciplina intelectual y laboriosidad.
Es de interés recordar otra obra suya: “Breves Consideraciones sobre la necesidad de la revisión del Código Civil”, que contiene atinadas sugerencias tendientes a perfeccionar la redacción de algunos preceptos tratados en ese cuerpo legal.
Hombre de letras, dedicado a los estudios humanistas, fue designado académico tanto de la Real Academia de la Len gua Española como de la Real Academia de Legislación y Juris prudencia de Madrid. Militante del antiguo partido Conservador, fue electo diputado por Caupolicán (hoy Rengo) por un solo periodo, de 1873 a 1876, sobresaliendo por su espíritu público, su saber y cumplimiento del deber.
Falleció en Santiago el 7 de enero de 1886, a los 51 años de edad, rodeado del general respeto y aprecio de sus conciudadanos que le granjearon sus nobles virtudes.
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