Entrevista a Julio Piumato

¿Cual es la opinión del Gremio respecto a la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires?

Nosotros con la ciudad tenemos un cuestionamiento que es histórico porque se construyó con el viejo esquema del concejo deliberante. Mantengo que fue pernicioso que una Justicia nueva se construyera con paradigmas viejos y negativos.

Y, en la actualidad, lo único que puede mostrar son escándalos, negociados y papelones. Aunque de esta crítica saco a algunos, para mí, es un monumento a la corrupción.

Este desgobierno que vive me genera preocupación de cara al futuro ya que se habla del tema del traspaso, pero si en la actualidad con pocos fueros es complicado, me genera intriga qué podrá pasar si le adosan aún más ámbitos.

¿El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal respaldó los reclamos y reivindicaciones que la Unión realizó desde la asunción de esta nueva conducción?

Por supuesto, su accionar constantemente fue solidario. No sólo en lo que respecta a la institución, sino que también sentimos lo mismo de sus representantes tanto en el Consejo de la Magistratura de la Nación, en este caso Santiago Montaña, como en el de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Cozzi.

Siempre sentimos su apoyo. Ellos entendieron que la reivindicación de los judiciales tiene que ver con un modelo de Justicia. Es impensable que los abogados tengan lo que esperan en caso de no respetarse el derecho de los judiciales.

¿Cómo es su relación con la actual gestión del CPACF?

Excelente, nosotros siempre nos solidarizamos con ellos y el doctor Jorge Rizzo suele decirlo. Fuimos los primeros en felicitarlos porque nos pareció que era la única conducción que había ejercido un auténtico gremialismo en defensa de los intereses de los profesionales.

Hasta esta gestión, la institución había puesto énfasis en los abogados de los grandes estudios y habían rezagado al trabajador, aquél que transita a diario por tribunales.

El acierto de Gente de Derecho fue casualmente interpretar el pensamiento del abogado medio. Y logró captarlo en la escandalosa situación de Cassaba. A esta caja se la puede ver como la AFJP de los abogados. Se trata de un proyecto que impulsaron sectores que se dicen progresistas y que terminó siendo una cuestión inconstitucional.

Se obliga a los abogados a rendir un aporte a una caja que es netamente ilegal. El gran mérito de la conducción vigente fue ver la sensación que tenía el abogado medio de que le estaban metiendo, otra vez, la mano en el bolsillo.

¿Pero no siempre la vinculación entre abogados y judiciales fue buena?

En general se buscó enfrentar a los abogados con los trabajadores del Poder Judicial, pero desde que asumió Rizzo esto fue cambiando. Tenemos objetivos superiores en común que buscan el bien de todos.

¿Finalmente se hizo efectivo el aumento a los judiciales que prometió la Corte Suprema?

En parte. Acaban de comunicarme que se firmó la transferencia de partidas. Esperamos cobrar el aumento. Existe una diferencia salarial que se va a pagar ahora, retroactiva a junio. Además se contratará a todos los meritorios que no están percibiendo haberes, pondremos en marcha la comisión para que desde el 1 de septiembre estén todos con un puesto fijo, tal como lo dice la acordada del alto tribunal.

¿Qué balance hace de esta situación?

Lo importante es que de ahora en más no va a haber más meritorios, estará prohibido. Vamos a batallar por que esto se cumpla y se implemente el sistema de exámenes para ingresar.

¿Cómo quedó la relación entre el Consejo de la Magistratura y el gremio luego de las duras discusiones que hubo respecto de la situación de los meritorios y la recomposición salarial?

No se modificó. Desgraciadamente, nosotros tuvimos que solucionar el tema con la Jefatura de Gabinete. Pensamos que el Poder Judicial es independiente y defendemos la autarquía.

En esta instancia, la Corte y el Consejo definieron un sistema que -en líneas generales- le da autonomía, pero cuando tienen que disponer de una partida, aunque tengan la plata, terminan pidiendo permiso y en realidad están usando sus propios fondos. No estamos de acuerdo con eso, con independencia del color que tenga el Gobierno. Entonces, tenemos una autarquía tutelada. Es una situación delicada, no quedan claros los roles que tienen tanto la Corte como el Consejo.

¿Muchas veces se confunde qué actividad le compete a cada uno?

El funcionamiento del Consejo no esta claro. Pareciera que se desempeña más como un sistema de salvataje de jueces que como un espacio para analizar su conducta.

¿Es un problema de consejeros o es más profundo?

Los mismos inconvenientes surgen en la selección de los magistrados, se siguen produciendo escándalos. En todos los ámbitos del cuerpo existe una estructura, más allá de los consejeros, que evita que se produzcan los cambios que son necesarios.

Los sectores elitistas siguen manteniendo poder dentro del Poder Judicial. Es necesario que cambiemos eso. Están en los lugares estratégicos y son la principal traba que tenemos los trabajadores para implementar las transformaciones que esperamos.

Perón decía en 1947 que la Justicia estaba en manos de los sectores más conservadores, creo que esto se sigue dando en la actualidad y la usan a modo de trinchera para garantizar sus privilegios. Ganaron mucho en el pasado y ahora no lo quieren perder.

A pesar de haber logrado los aumentos, ¿la brecha salarial en el Poder Judicial sigue siendo grande?

Acá vivimos una realidad hasta 2003, donde la Justicia acompañó las políticas que se dieron en la Argentina. Estas fueron siempre elitistas y discriminatorias y produjeron una distribución regresiva de la riqueza, con una alta concentración a los sectores poderosos y una paupérrima para los más bajos. En la Justicia se dio lo mismo. Pero nuestro gremio trató de atenuar esta situación. Era muy grave como había quedado la pirámide de los salarios en el Poder Judicial.

Con el cambio de rumbo logramos mejorar la relación salarial. Todavía no lo terminamos del todo, pero vamos camino a la reducción de las brechas. Resulta fundamental que las recomposiciones sean mayores para los judiciales y menores para los jueces.

En esta instancia todos decían que nunca más íbamos a cobrar los retroactivos, no obstante, lo logramos. Tendríamos que obtener la equidad de un plumazo. Vamos a trabajar por eso.

¿Las discusiones por los salarios están atadas a otros reclamos?

Si bien los salarios generan conflictos, creo que los intercambios se refieren a cosas más profundas, marcan el poder de esos sectores elitistas. Tenemos que terminar con la Justicia feudal en donde el juez es el señor y avanzar en un modelo en donde la confianza descanse en todo el sistema y no sólo en la figura del magistrado.

¿Qué necesita la Justicia hoy?

Volver a recuperar los valores y esto es algo en lo que coincidimos con el Colegio Público de Abogados de la Capital, cuando organizamos la conferencia por los Derechos Humanos en la UBA. Justicia sin valores no tiene sentido. Me parece un disparate el tema de las normas ISO en el Poder Judicial. No se trata de fabricar máquinas, sino de entender que estamos hablando de sentencias. Todas son diferentes, por la valoración que cada una tiene.

Nosotros pensamos que es necesario apostar por una reforma que incluya el concepto de Control Social, que se contrapone con los que buscan las normas ISO, que establecen un sistema de eficacia y que esconden que la realidad está en el contenido de la sentencia.

¿Por qué querelló al camarista Pablo Gallego Fedriani?

Detectamos una situación que realmente le hace un mal terrible a toda la Justicia. Pudimos ver cómo se cruzan los intereses en un concurso de la ciudad para cubrir los cargos de secretarios de primera instancia. Allí hubo un tráfico de influencias dado que al jurado lo integraba un abogado, que casualmente tramita juicios en la Sala V y tiene una relación con uno de los jueces, Pablo Gallegos Fedriani, que, además, era el padre de uno de los concursantes. Sumado a ello, este abogado es el representante de Cassaba, cuyo expediente está en el mismo tribunal. Causa que tuvo resoluciones en tiempo récord en esa Sala. En ese concurso el doctor Jorge Barbagelata, tuvo muchos favores hacia el hijo de Gallegos Ferdriani, situación que denunciamos. El gremio es querellante en la investigación. Por otro lado, el propio Consejo porteño anuló el concurso a raíz de esas irregularidades.




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